La duración de la gestación en perros y, por lo tanto, la fecha prevista del parto, vienen determinadas por la fecha de la ovulación, lo cual hemos denominado día 0. De hecho, por lo general, la fecha de ovulación no puede determinarse con exactitud, a menos que el veterinario realice una monitorización de los ciclos de celo de la perra.
Tabla de contenido
1. El apareamiento
La perra acepta al macho:
Si tu perra se muestra abierta ante el macho eso quiere decir que su cuerpo se encuentra secretando una suficiente cantidad de hormonas como para estimular la ovulación. Ello implica que la hembra aceptará al macho y éste será capaz de montarla.
Si bien sabemos el apareamiento viene precedido de una fase de cortejo, en el cual los dos ejemplares juegan entre ellos, la penetración puede provocarse en un corto espacio de tiempo (en menos de 1 minuto). No obstante, puede que sea un poco preciso realizar una serie de intentos, sobre todo si la pareja de perros no tiene experiencia previa. El macho monta a la hembra y la penetra, originando en la perra un destello vaginal lo cual atrapa hasta que al apareamiento se ha completado. Este fenómeno de enganche, lo cual mantiene a los dos perros unidos durante unos 15 a 30 minutos, puede parecer aún más raro cuando el macho realiza un giro de 180°, algo que se produce con cierta habitualidad. En dicho caso en particular, ambos ejemplares se encuentran unidos por los cuartos traseros, cada uno de ellos mirando en dirección contrario. En ningún tipo de caso se puede separar a los perros mientras se estén apareando, debido a que ello podría causar una hemorragia o rotura, y por supuesto, tampoco les rocíes con agua.
El apareamiento puede repetirse dos días después:
El apareamiento no significa necesariamente que ya se ha producido la fecundación, debido a que se pudo haber realizado en un momento en el que la perra no había alcanzado la máxima fertilidad. Sin embargo, dado que el esperma puede sobrevivir en el útero hasta 7 días posterior al apareamiento, la fecundación puede producirse unos días después de que la pareja ya se haya apareado. Para que se incrementen las probabilidades de que el apareamiento sea exitoso, éste se puede repetir después de que hayan transcurrido dos días.
2. El inicio de la gestación en perros
Los espermatozoides alcanzan al óvulo:
La gestación da inicio en el momento en que los óvulos de la hembra son fecundados por los espermatozoides del macho. La fecundación da origen a un huevo fecundado, la mitad de cuyos cromosomas procede del padre, y la otra mitad de la madre. Este nuevo ser es llamado «embrión» hasta que alcanza el día número 35 de gestación, momento en el cual recibe el nombre de «feto». Durante el último tercio de la gestación, ya se considera que nos encontramos ante un futuro cachorro.
Dato importante: Indistintamente de la raza, la gestación en la perra se prolonga en un promedio de 63 días (es decir, el período de tiempo comprendido entre la ovulación y el día del parto). Cuando no se sabe con exactitud el día en el que se produjo la ovulación, hay que señalar que dicho período puede oscilar entre 56 y 70 días, debido a que el óvulo puede haber sido fecundado al instante después de que se hayan introducido los espermatozoides en el apareamiento, o unos días después.
Los embriones se mantienen suspendidos en el útero:
Hacia el final de la primera semana luego de la fecundación, los embriones, lo cual se forman en la zona superior del útero de la perra, migran hacia los cuernos del útero, donde flotan y se mueven libremente en el líquido uterino.
Los embriones se implantan en el útero, en un proceso denominado «implantación»:
Los embriones se implantan en el revestimiento uterino, donde luego se irán desarrollando. Gradualmente son envueltos por una membrana protectora que les proporciona los nutrientes necesarios. Este órgano transitorio, la placenta, se expulsa cuando se produce el nacimiento, y a menudo la perra se la come tan pronto es expulsada.
3. Precauciones sanitarias
Es sumamente importante que la hembra se encuentre correctamente vacunada y desparasitada antes de que se produzca el embarazo, de manera en que su sistema inmunitario se encuentre en perfecto estado para una mayor seguridad de los cachorros. En casos de que se deba vacunar a la hembra no se puede ejecutar esta operación hasta que se haya destetado la camada, sí se puede desparasitar alrededor de los 30 a 45 días de gestación.
4. La gestación
Durante el primer mes de embarazo apenas aparezcan los síntomas que certifiquen su estado, es muy importante asegurarse de que reciba la alimentación correcta y adecuada para el desarrollo de los fetos lo cual se le debe proporcionar un pienso para cachorros desde un tiempo después de ser cubierta por el macho; en el caso de no haberlo hecho en un primer momento, el cambio de dieta se debe ejecutar en cuanto se tenga con certeza su estado de preñez. Este punto suele ser muy importante, sobre todo en la segunda mitad de la gestación, debido a que este es el momento de mayor desarrollo fetal.
La mejor forma de asegurarse que la perra se encuentra en estado es realizando una ecografía alrededor de los 25 a 30 días posterior a la última monta. Con la ecografía no sólo se determina el estado de gravidez de la perra sino que también se contrasta el estado en general de los embriones y hasta su ritmo cardíaco; asimismo, permite un análisis del aparato reproductor de la madre. También se acostumbra realizar una radiografía alrededor de las seis semanas; en contra de lo que pueda parecer esto no influye negativamente en el desarrollo de los fetos. La radiografía suele ser un buen procedimiento para así determinar con total exactitud el número total de cachorros.
El período de gestación por lo general oscila entre 57 a 63 días, según la raza y el individuo, de manera que una media como especie sea de dos meses. Si una vez transcurrido dicho período no tiene lugar el nacimiento de los cachorros, se hace indispensable la visita al veterinario para que así se le estime la inducción del parto o la cesárea.
5. El parto
Una vez finalizada la gestación, llega el momento del parto. Lo síntomas más claros que se van a manifestar son que la vulva se relaja, se segrega leche, disminuye la concentración de progesterona en sangre y la temperatura corporal de la perra baja un grado.
Lo normal es que ella se encargue de todo, de manera en que no es necesario intervenir. Sólo se debe prestar mucha atención al hecho de que aun produciéndose contracciones no se efectúe el nacimiento de los cachorros o que la hembra se muestre muy abatida.
El tiempo que transcurre entre el nacimiento de los diversos perritos no siempre es el mismo, puede nacer uno cada 15 minutos o cada cinco o seis horas. Es muy extraño que una perra no se ocupe de limpiar al cachorro, cortarle el cordón umbilical, estimular su respiración a través de continuos lametones y que mame lo antes posible. De no ser así, los cachorros deben ser atendidos por su cuidador, quién es el que debe realizar todas estas funciones nombradas anteriormente en lugar de la madre.
Es muy fácil darse cuenta cuando ya ha finalizado el parto, debido a que la actitud de la perra cambia totalmente, reduce su nerviosismo, desaparecen los jadeos constantes y empieza a relacionarse con total normalidad con los miembros de su entorno.
El mecanismo del parto en la hembra del perro se divide en tres fases:
La primera fase se trata de la apertura del cuello del útero que queda listo para la salida de todos los cachorros. Este procedimiento puede durar hasta 24 horas. Durante todo este tiempo la perra se comporta por lo general de manera anormal, puede andar en círculos con pasos lentos y sin descanso, se recuesta en el suelo, se niega a comer o beber (aunque algunas hembras suelen mostrar un apetito voraz). Durante este período de tiempo nada debe molestarla a su alrededor. La primera fase corresponde a la apertura y relajación del cuello del útero para la salida de los cachorros. La hembra jadea, tiembla y hasta puede vomitar. Además, los labios bulbares se engruesan y se escapa por la comisura inferior un líquido viscoso blanco-amarillento. Se puede apreciar ciertas contracciones uterinas, pero siempre de poca intensidad. La perra misma suele escoger un lugar tranquilo y oscuro, y prepara su paridera rompiendo trapos y materiales; es conveniente proporcionarle elementos para que pueda realizar ese trabajo, lo más común es el papel de diario cortado en tiras.
La segunda fase se trata de la expulsión de los cachorros. En este momento la hembra queda tumbada en posición sobre un lado, con la cara dirigida hacia su abdomen y empiezan las contracciones cada 2 o 3 minutos, con mucho esfuerzo. Este suele ser el momento resolutivo del parto. En el momento en que la hembra queda tumbada en posición horizontal sobre un lado, comienza a hacer esfuerzos empujando con mucha fuerza hacia el extremo posterior de su cuerpo. Cuando se da inicio a esta fase, la hembra debe quedar solo por completo. La gran mayoría de los dueños, con toda su buena intención, sobre todo con las perras primerizas, alteran a la hembra al permanecer contemplando su trabajo o hablando en las cercanías y esto solo sirve, simplemente, para retrasar el proceso natural.
Hay que dejarla sola por lo general durante ocho horas. Si posterior a este tiempo no aparece ningún cachorro, en ese momento se debe llamar al médico veterinario. Se consideran como anormales los intervalos de descanso de más de 4 horas, o cuando no hace ningún cachorro luego de haber tenido muchas contracciones.
La tercera fase se trata del mecanismo de esfuerzo que lleva consigo la salida de las placentas y éstas, habitualmente, salen más o menos al instante después del cachorro.
La perra siempre debe parir en su propio ambiente; si se intenta colocarla en un ambiente extraño para ella la hembra no se calmará, los nacimientos se retrasarán y la camada completa puede perderse.
Un lugar ideal puede ser la base de un armario, en la cocina, etcétera., y aquí debe colocarse una «cama» bastante confortable. La gran mayoría de las cocinas tienen calefacción, y este factor es muy importante debido a que una de las principales causas de la pérdida de los cachorros recién nacidos se debe a la pérdida de calor después del nacimiento; si no cuenta con calefacción en el lugar donde se encuentra la perra con sus cachorros, debe preparar una caja o un cajón con mantas y cubrirla durante la noche.
Con respecto a la alimentación durante el periodo de lactancia, la hembra debe comer una dieta rica en proteínas y esto quiere decir que debe ingerir carne; como sustitutos de valor se pueden emplear huevos, queso y la carne de pollo, además de los alimentos que se le dan habitualmente, o también alimentos balanceados Premium para cachorros o hembras gestantes.
La idea de alimentar a la hembra posterior al parto con una dieta líquida a base de leche, para que ella misma produzca más leche, es un concepto totalmente erróneo. Las proteínas forman la base vital para la producción de leche y lo idóneo para un animal carnívoro es la carne.
Para resumir, se les recomienda a aquellos propietarios que no tienen experiencia que le permitan a la hembra tener a sus cachorros en su ambiente propio, sobre un lecho de calor constante, con mucha paciencia y sin interferir ni colocarse al lado para vigilar durante sus esfuerzos de parto.
6. La distocia
Distocia suele ser el término que se le aplica a todo parto que presenta algún tipo de problema, bien sea por una duración demasiado duradera o porque éste no llego a producirse de manera natural, de modo que habría que practicar una cesárea.
En la gestación en perros, un parto distócico puede ser establecido por una mala alimentación a lo largo de la gestación, tanto por exceso como por defecto. A grandes señales se pueden definir las causas de distocia como de origen materno, las cuales son las provenientes de problemas en los fetos y las originadas por la ausencia de contracciones uterinas. Las causas de distocia más comunes tienen su origen en la hembra, debido a que hay una especial propensión en ejemplares de edad avanzada o excedidos en su peso, que hayan padecido una rotura de cadera que estreche el canal pélvico; es muy importante consideras que esta característica suele ser propia de algunas razas, por lo que precisamente esa estrechez específica produce casi con toda exactitud un parto problemático que comúnmente acaba en cesárea.
Cuando el parto se considera distócico debido a los cachorros, normalmente suele ser porque éstos tienen un excesivo tamaño; otra circunstancia, aunque esta de menor incidencia, es la mala colocación de los cachorros en el conducto pélvico.
7. El destete
Después de haber transcurrido un mes de lactancia, la hembra espaciará poco a poco el tiempo que les dedique a los cachorros por lo que a veces puede ser necesario administrarle la dieta con productos especiales para el destete. El destete completo debe realizarse entre los 45 a 60 días de edad. Asimismo, un cachorro de dos meses ya debe comer exclusivamente pienso específico para sus necesidades.
8. La inseminación artificial
Si de casualidad la hembra rechaza la monta, el macho con el que se desea cruzar se encuentra lejos o inclusive ya fallecido pero cuyo patrimonio genético es muy valorado, se puede proceder a la inseminación artificial con semen fresco, refrigerado o congelado, si bien con este último el porcentaje de éxito disminuye bastante.
9. El posparto
Posterior al parto la hembra manchará durante varios días hasta que todo su aparato genitourinario recobre su complexión habitual. Como al ocuparse de sus pequeños cachorros durante el parto lo normal es que ingiera las placentas, cordones umbilicales, líquidos, restos de sangre y demás, sus heces pueden mostrar un aspecto distinto del cotidiano al que no hay que prestar mayor atención.
10. ¿Cuándo se consideran prematuros los cachorros?
La gran mayoría de los veterinarios profesionales coinciden en que el día 58 es la fecha más temprana en que los cachorros pueden nacer con total seguridad, debido a que para ese entonces, sus pulmones ya son lo suficientemente maduros como para tener una oportunidad de sobrevivir. Aun así, los cachorros nacidos en el día 58 de gestación todavía pueden considerarse levemente prematuros.
Habitualmente, puedes reconocer cuando los cachorros son prematuros debido a que sus patas son de color rosa brillante y con muy poca piel en ellas. Los cachorros nacen antes del día 58 normalmente lo hacen muertos o mueren un día o dos después de haber nacido.
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