La tiña es una de las enfermedades dérmicas más comunes en los gatos. Se presenta comúnmente tanto en animales callejeros como domésticos y es trasmisible a otros huéspedes como perros y humanos. Esta infección fúngica puede afectar el pelaje, la piel y/o las uñas de nuestra mascota y por su alto nivel de contagio e importante que sea tratado inmediatamente sea diagnosticado por el veterinario.
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¿Qué es la tiña?
La Tiña o Dermatofitosis (nombre clínico) es una infección producida por un hongo. Hay 40 especies de estos hongos llamados dermatofitos y cada uno de ellos afecta a especies diferentes. En gatos la especie más común que se diagnostica es Microsporum canis.
¿De dónde proviene el hongo?
El hongo proviene de algún portador y se puede alojar en el medio ambiente donde viven las mascotas, es decir, que las esporas del hongo pueden mantenerse activas por hasta 24 meses en lugares como muebles, sábanas, ropas, cepillos y cualquier otra superficie. Para los dueños de mascotas domésticas que no tienen acceso al exterior puede entonces parecer que no hay razón para que su gato presente tiña, sin embargo se ha descubierto que algunos gatos pueden estar infectados con el hongo y aún así no presentar ningún síntoma de la infección, de esta manera es posible que alguno de nuestros gatos sea portador y haya de esta manera infectado a otro o que se haya tardado la aparición de los síntomas comunes de la enfermedad.
¿Cómo se transmite la tiña?
La tiña se transmite por el contacto directo con las esporas del hongo que la causa bien sea a través de otro animal o de espacios u objetos que las alberguen. Los gatos adultos tienden a ser mucho más resistentes a la infección del hongo por lo que mayoritariamente se diagnostica la tiña en animales jóvenes. Otra de las causas probables por las que un gato de cualquier edad resulte afectado por esta condición es tener un sistema inmune deficiente que puede ser el resultado de alguna otra enfermedad. Los gatos que tienen la libertad de estar fuera de casa y visitar otros lugares pueden traer a casa las esporas y pueden bien presentar los síntomas o ser portadores y la causa de la infección en otro animal de la casa. Como otra posibilidad podemos mencionar el hecho de no estar desparasitado. También se ha visto que hay factores genéticos que pueden contribuir a la aparición de la tiña en nuestros gatos.
Síntomas de la tiña
El síntoma principal de la dermatofitosis consiste en lesiones en la piel del animal que más típicamente aparecen en la cabeza, las orejas y las patas delanteras. La tiña causa espacios de calva sin pelaje y con la apariencia de que la piel se está descascarando y en algunos casos se presentan con picazón en el área. En algunas ocasiones se puede ver un punto rojo en medio de la lesión. En los casos leves se pueden ver simplemente pequeñas lesiones dermatológicas y si la tiña se esparce en los casos más graves puede esparcirse por todo el cuerpo del animal. La pérdida de pelo en los gatos puede ser leve o más severa y el exceso de pérdida de este puede ser uno de los primeros síntomas presentes. Rascarse mucho las orejas también puede ser un signo de la presencia del hongo. La tiña también puede afectar las garras haciéndolas crecer malformadas.
¿Qué gatos son más propensos a padecer tiña?
Cualquier gato menor de un año es susceptible a padecer tiña, de la misma manera los gatos de edad avanzada también son probables candidatos a alojar el hongo. Se ha determinado que los gatos de pelaje largo han demostrado ser los huéspedes más probables para los hongos.
¿Cómo se diagnostica la tiña?
El diagnóstico no debe hacerse con solo mirar las lesiones en la piel del gato. Uno de los medios que se utilizan para determinar la presencia del hongo en la piel es a través de una lámpara llamada Wood que posee una iluminación especializada de luz negra, esto se hace porque varias especies de estos hongos brillan cuando se iluminan con este tipo de luz. Otro de los métodos de diagnósticos que se utilizan es a través del microscopio, lo que se hace es tomas una muestra del pelo que rodea la herida y observarlo bajo el microscopio y de esta manera observar la presencia del hongo. Entre los métodos de diagnóstico el más acertado es el conocido como raspado de piel en el que se toman muestras de la piel afectada del gato y se hace con ellas un cultivo que se realiza en un medio que sea apto para hacer reproducirse este tipo específico de hongo. Es importante que nuestra mascota pase por un completo examen de salud sobre todo si no hemos podido encontrar una razón específica para la infección pues la presencia de la tiña puede ser en sí misma un síntoma de una enfermedad que está presente. Debemos recordar que un sistema inmune débil puede ser coadyuvante en la aparición de esta infección fúngica así que asegúrate de que tu médico veterinario haga una revisión general para descartar otros problemas de salud.
¿Cuál es el tratamiento de la tiña en gatos?
Si se trata de gatos de pelo corto que presentan pequeñas lesiones aisladas usualmente el tratamiento incluirá una loción o crema tópica que contenga algún fungicida como el miconazol. Si el caso es más severo el tratamiento combinará tanto medicinas tópicas como orales. Si las heridas son severas es común afeitar las zonas adyacentes a estas para que los tratamientos tópicos penetren efectivamente la piel y puedan atacar la fuente del problema. Muchos veterinarios cuando tratan a un paciente de pelo largo prefieren afeitar por completo al gato para atacar de manera más eficaz la presencia de la tiña. Si la infección ha atacado gran parte del cuerpo se recomienda hacer baños o inmersiones en productos que maten la infección como champús o lociones. Los fungicidas orales son recomendados generalmente para los gatos de pelo largo o para cualquiera que presente lesiones muy severas al igual que para aquellos a quienes la tiña ha afectado en las garras. También se puede recurrir a este método oral si el tratamiento tópico no está haciendo el efecto necesario para curar las lesiones en el gato. En general el tratamiento se hace de manera continua repitiendo los cultivos hasta que 2 de ellos hayan salido negativos, esto para asegurar que la infección haya desaparecido por completo.
¿Cómo eliminar la presencia de las esporas en el ambiente?
Para evitar que las esporas se disipen por toda la casa se debe hacer, además del tratamiento del gato, una limpieza profunda para asegurar que la enfermedad no se transmite, recordemos que es altamente contagiosa y puede afectar a perros y humanos así como otros pequeños animales. Evitemos barrer para no hacer volar las esporas más lejos, en vez de eso, utilicemos una aspiradora o un coleto o mopa húmedos para quitar el polvo. Si nuestro gato tiene cama o utiliza muebles en casa estos deben ser aspirados a profundidad al igual que las cortinas y las alfombras. Luego de quitar el polvo limpia el piso con una solución de detergente y luego haz una mezcla de agua y cloro al 1:10 y déjala en el piso por unos 10 minutos para que este químico se encargue de matar todos los organismos y luego retira.