Muchos dueños se preguntan si será posible tener gatos y unos muebles decentes en la misma casa. Cuando los gatos dañan los muebles algunos dueños se sienten frustrados y prefieren quitarles las garras o deshacerse de ellos. El miedo de perder los muebles de la casa también es un factor que influye cuando una persona tiene la oportunidad de adoptar un gato, su mente inmediatamente se traslada al escenario de tener toda lasa arañada.
Las medidas drásticas como salir del gato o amputar sus garras pueden ser prevenidas entendiendo las necesidades del gato y buscando alternativas para el problema de los arañazos en los muebles.
Exploremos las razones detrás de esta conducta y de qué manera podemos convivir con nuestros mininos y muebles intactos!
Tabla de contenido
¿Por qué los gatos arañan?
Arañar objetos es una conducta natural de los gatos y tiene varias razones. Primero, al arañar una superficie dura, el gato se deshace de la capa exterior que protege sus uñas, lo que es necesario para mantener las garras afiladas y saludables. Arañar también es una conducta para marcar territorio. Los gatos tienen glándulas especiales en sus garras que secretan marcas olorosas personalizadas, es un olor que nosotros no podemos percibir pero los demás gatos sí. Esta marca de olor se acentúa con las imagen de los arañazos en la superficie que equivalen a una especie de firma gatuna personalizada.
Otra función de arañar es liberar energía acumulada y estrés. Muchos gatos suelen hacerlo cuando están emocionados, bien sea por la llegada de su dueño o por las idas y venidas de otros gatos.
Por último pero no menos importante, los gatos disfrutan mucho del buen estiramiento que viene con la acción de arañar, es por eso que a muchos gatos les gusta una buena arañada como parte de su rutina al levantarse.
El problema de arañar y cómo detenerlo
Aunque el comportamiento de arañar es natural y saludable para el gato, puede tener efectos devastadores en el objeto que escoja como poste para arañar. Con el tiempo, el contante contacto con las garras afiladas puede causar un daño significativo a la madera o la tela. Si el gato ha escogido la alfombra o algún mueble en particular como poste para afilar sus garras las consecuencias pueden ser devastadoras!
El primer paso para solucionar este problema es entender que el gato está ejecutando un comportamiento completamente normal para los felinos, es decir que no está haciéndolo por mal y no está deliberadamente intentando causar daño, simplemente está utilizando la mejor superficie que pudo encontrar para afilar sus garras.
Lo que debemos hacer es no intentar que el gato no use sus garras, si no por el contrario, tratar de re direccionar este comportamiento hacia un objeto que funcione como un verdadero poste para rasguñar; solo después de proveer a nuestro gato con una superficie específicamente diseñada para que realice esta actividad es que podremos comenzar a entrenarlo para que no utilice más los muebles de casa.
¿Cómo escoger el rascador correcto para nuestro gato?
Muchos dueños salen de casa a comprar un específico diseño de poste rascador para su mascota e invierten una alta cantidad de dinero en un aparato magnífico y al llevarlo a casa resulta que nuestro gato sigue prefiriendo el sofá o la alfombra. El problema con esto es que los gatos son individuos diferentes y no siempre todos los gatos prefieren todos los tipos de rascadores. Quizás sea necesario que experimentes un poco para descubrir cuál tipo es el que realmente atrapa la atención de tu gato en particular. La ubicación espacial de este rascador en casa también es un tema muy significativo, el rascador correcto en el sitio equivocado hará que, de nuevo, nuestro gatito prefiera alguno de los muebles de la casa. Te muestro algunas de las cosas que debes considerar a la hora de adquirir y ubicar un poste rascador para tu gato:
- Estabilidad: la acción de arañar pone mucha presión en el objeto que se está utilizando como poste y si el objeto no es lo suficientemente estable es probable que se balancee o se caiga cuando el gato lo utilice lo que hará que le tenga temor y no sea un objeto seguro para él. El secreto es encontrar un rascador que sea tan estable como cualquier otro mueble y tan difícil de mover como la alfombra del piso.
- Tamaño: cuando tu gato araña el rascador, también está haciendo un ejercicio de estiramiento de cuerpo entero, para hacer esto, la mayoría de los gatos van a requerir una superficie que sea suficiente, ente 70 y 75 centímetros, por supuesto si el gato es pequeño el rascador podrá serlo también pero la regla es mientras más grande mejor.
- Vertical u horizontal: esto de verdad va a depender del gusto personal del gato, algunos prefieren los verticales y otros los horizontales así que quizás tengas que experimentar un poco para saber qué prefiere tu mascota y asegurarte de que utilice el poste.
- Textura: el poste rascador debe estar cubierto con alguna especie de material duro que tu gato utilice como un buen afilador de garras. Los gatos también usan pistas visuales de una superficie y si se ve un poco arañada puede llegar a ser más atractiva. Aquí también todo dependerá de la personalidad del gato aunque generalmente los que están hechos de alfombras o mecate son bastante utilizados. Otros gatos pueden preferir materiales más duros como cartón piedra o telas más duras y para variar igual tendrás que experimentar para determinar las preferencias de tu mascota.
- Ubicación: aún si encuentras el rascador perfecto para tu gato, puede que no lo utilice simplemente por estar mal ubicado. Debes considerar en qué momento tu gato araña, si es cuando se despierta de la siesta para aprovechar de estirarse, o lo hace cuando te saluda en cuanto entras a casa como una manera de liberar emociones. La cosa es que si no puede encontrar una superficie para arañar ceca hay una alta posibilidad de que lo haga en tus muebles así que no puedes optar por esconder el rascador e una habitación, debes ubicarlo en un ligar visible de la casa que sea fácil para que tu gato lo encuentre. Si tu casa es grande, puede que necesites más de un rascador para que siempre esté alguno a su alcance.
Entrenar al gato para usar el rascador
Una vez que consigues el rascador perfecto para tu gato, es hora de asegúrate de que lo use. Sin importar si estás entrenando un cachorro o un gato adulto no cometas el error de tratar de poner a la fuerza sus garras en el poste, a los gatos no les gusta este tipo de manejo y puede que crees una asociación negativa. Debes tratar de crearle interés en el objeto jugando juegos interactivos sobre la superficie, si lo haces con un juguete, colócalo sobre la superficie a rasguñar para que el gato descubra el placer de hacerlo allí, cuando lo haga, es probable que arañe la superficie de una vez para liberar la energía del juego, cuando lo haga, debes darle reconocimiento con una voz suave. Sé paciente, es probable que este entrenamiento te tome algunas sesione hasta que tu gato se sienta cómodo. Para evitar que siga usando los muebles y que su único sitio de arañar sea el rascador, puedes optar por cubrir las superficies de los muebles con papel aluminio o utilizar un spray comercial para repeler, pero esto solo funcionará una vez hayas adquirido el poste rascador y el gato pueda sustituir una cosa por la otra.