El apareamiento de perros puede ser algo de lo más común en diversos países, debido a que muchos perros deambulan por las calles sin ningún tipo de restricción, es decir, no tienen propietarios que lo eduquen y controlen. Pero este suele ser un problema que al transcurso del tiempo se convierte en una verdadera molestia para toda la comunidad, considerándose así como un problema de tipo social, ya que los perros al no ser controlados y al momento que una hembra entra en celo no hay manera de evitar que estos se apareen y se reproduzcan, haciendo que más perros invadan las calles y el ciclo se repita.
Por tal motivo se han creado hogares y fundaciones para perros de la calle, las cual tienen como propósito principal buscar un hogar permanente para estos animales considerados como el mejor amigo de hombre. Si no existieran este tipo de organizaciones o entidades, sería necesario tener que recurrir siempre al sacrificio de los perros, pues como ya se ha mencionado antes, esto no es un problema de fácil control. Por ello, es recomendable antes de comprar un canino, analizar la posibilidad de adoptar uno y darle la oportunidad de ser felices.
Por otro lado, si tenemos alguna mascota de una determinada raza y queremos sacarle cría, debemos analizar primero que nada si existe alguna probabilidad de quedarnos con los cachorros o si efectivamente existen personas interesadas en comprar nuestros cachorros, o en su defecto, a quien podamos regalarlos pero siempre y cuando los puedan tener y cuidar. Pues de otra manera nos veríamos en la penosa necesidad de llevar a nuestros cachorros a una fundación.
Una vez que ya tengas planeado lo hablado anteriormente, es cuestión de buscar el compañero ideal para nuestra mascota y esperar que sea el tiempo indicado para que las condiciones del apareamiento de perros se produzca.
Durante el cortejo se observa la interacción del macho y la hembra a través de juegos, olfateo y lamido de genitales, el macho intenta montar y abrazar a la hembra, intenta repetidamente la monta mediante movimientos de la pelvis, finalmente se produce la penetración.
El macho no necesita de la erección para penetrar a la hembra debido a que el pene presenta un hueso que confiere rigidez. Una vez que se da la mona se presentan los movimientos copulatorios, la erección y el abonotamiento, es decir, se forma una especie de bolsa en el extremo libre del pene en donde se acumula el semen que va drenando poco a poco. Luego del abotonamiento, los machos intentan desmontarse y giran de tal forma que se enganchan a la hembra o se quedan «pegados», el macho y la hembra permanecen juntos y en la mayoría de las ocasiones mirando en direcciones opuestas. En este momento se produce la eyaculación.
Una perra que está preparada para aparearse no limita su señales con tal de hacerse nota. Pero hay días más fértiles que otros, y la «infidelidad» de una hembra puede hacer que los cachorros tengan más de un padre. Conocer cómo se aparean los perros y ayuda a criar con éxito una manada.
Algunas actitudes hablan por sí solas. Y en el caso del perro, su comportamiento es mucho más evidente. Una hembra lanza señales llamativas cuando ha llegado su momento más fértil. La perra mostrará con el ladeo de la cola y la exhibición de su vulva que está ovulando, esto normalmente sucede durante su segundo día de celo, con el sangrado. Entonces, ese será el mejor momento para el apareamiento.
El primer celo de la perra llega cuando tiene entre seis y diez meses de edad. Pero aún es demasiado joven, ya que sus ovarios aún no han madurado. El aparato reproductor de la hembra funciona a pleno rendimiento a partir de su segundo sangrado. Incluso hay veterinarios que recomiendan esperar un poco luego del segundo sangrado, y no cruzar a la hembra hasta que ovule por tercera vez, Para ese entonces, tendría entre 18 y 24 meses de edad.
Las hembras expulsan feromonas al momento de orinar y los machos lo olerán y se percataran fácilmente. El perro responde con una erección al olor de las feromonas de la perra y entonces desde ese momento comienza el apareamiento, pero esto no significa que el acto tenga éxito enseguida, normalmente la pareja de canes deberá intentarlo más de una vez hasta lograrlo. Además, otro dato curioso sobre el apareamiento de perros es que la copula puede llegar a durar más de una hora.
Cuando las perras están en celo, generalmente suelen aceptar al macho sea cual sea el sitio en el que se encuentren. Sin embargo, es mejor y más recomendable llevar a la hembra a la zona del macho para que así este se sienta dominante y quiera montarla. Pero en ciertas ocasiones la perra resulta más dominante que el perro y no se deja montar, en esos casos, no debe obligarse a realizar el cruce, ya que al forzar el acto lo que puede ocurrir es que puede hacer que la perra se niegue a que la monte ningún perro en el futuro. Además puede haber reabsorción de los embriones y que no se produzca ninguna camada.
La importancia de la edad en el apareamiento de perros:
La edad ideal para que se produzca el apareamiento en canes es entre los 2 y 3 años, en el caso de la hembra esto sería cuando se produzca su tercer celo, el cual por lo general puede llegar entre cada seis (6) u ocho (8) meses. Y en los machos porque en este edad ya sus espermatozoides están lo suficientemente fuertes como para fecundar.
Sin duda alguna los perros se pueden aparear en edades mayores, pero en dichos casos debemos tener en cuenta que tanto como las posibilidades de que la hembra quede preñada como el número de cachorros que pueda tener serán menores. Además del riesgo que esto puede implicar para la hembra al parir.
Número de cachorros
Tener en cuenta el calendario a la hora de programar el apareamiento del perro no sólo es importante para asegurar el embarazo. El almanaque también influye en el número de cachorros que puede llegar a tener la hembra en su vientre durante el embarazo, según ciertos especialistas: «Hay perras que paren camadas con un número muy bajo de cachorros, a veces sólo uno o dos. En un porcentaje importante, es debido a que la monta no se ha producido en el momento óptimo», explican diversos veterinarios.
Es recomendable, en cualquier caso, echar mano de métodos científicos para así conocer los días más fecundos y tener éxito con el embarazo de la perra. Algunos métodos que normalmente se utilizan son la citología vaginal y medir la cantidad de ciertas hormonas (progesterona) en la sangre de la hembra.
En el momento del apareamiento de los perros ocurren las siguientes circunstancias:
• Cuando ya se hayan presentado los dos moverá la cola con mucho interés, siendo el macho por supuesto el más interesado.
• Hay que darles tiempo, de tal manera evitaremos peleas entre ellos. Tiempo para que se conozcan bien, se olfateen y jugueteen un poco.
• Una vez hechas las presentaciones, el macho intentará montar a la perra pero esta no se dejará. Entonces, tendrá que realizarlo muchas veces hasta que la perra se deje montar y comience el apareamiento entre ellos.
• Una vez que ya esté montada, el perro comenzará con una serie de movimientos hasta que se de una vuelta y quede en posición. Esto es lo que mucha gente conoce como «quedarse pegados». En realidad no se pegan, lo que sucede es que el macho tiene un bulbo que en el momento el apareamiento aumenta de tamaño.
Es importante que durante este acto los perros estén en un lugar tranquilo y sin presiones, ya que una separación brusca podría fracturar el pene del perro.
Condiciones y recomendaciones para que se produzca el apareamiento en los perros:
• Es necesario que la hembra haya entrado en calor, debemos fijarnos en el primer día que se produzca esto, podemos fácilmente darnos cuenta por medio del sangrado que se produce.
• El calor dura aproximadamente 14 días, pero es después del día 9 en el cual podemos llevar al perro a donde está la hembra para que se produzca el apareamiento o viceversa.
• La hembra debe aceptar al macho, así el mismo esté dispuesto a montarla, si a la hembra no le gusta, no se dejará montar, y lo único que lograremos es que el perro la lastime.
• Si notamos desde un principio cierto interés de la hembra, debemos dejarlos solos y esperar que todo pase, pues estos se quedaran pegados durante un tiempo, debido a que el pene del macho se inflama y no puede salir.
• No es necesario bajo ninguna razón que este acto se repita (con una vez es suficiente para que la hembra quede en estado), pues una segunda vez será un momento de dolor para la hembra y luego no va a querer volver a ver al macho o hasta lo puede atacar.
Otro artículo lo cual te puede parecer bastante interesante es la explicación más especifica sobre «Por qué los perros se pegan cuando se aparean«.