La leishmaniosis en gatos es una enfermedad producida por un protozoo es decir un organismo celular eucariota, conocido como leishmania infantum, esta se transmite a través de la picadura de un mosquito, es una cadena ya que el mosquito pica a un animal infectado y luego pica a uno sana infectando, el insecto se encarga de trasportar la enfermedad al huésped definitivo, y en este caso es tu gato.
Como siempre te recomendamos la visita del médico veterinario al momento de sospechar la presencia de algún comportamiento extraño en tu mascota, la idea es que al menos dos veces al año este tenga sus chequeos periódicos con la finalidad de poder detectar cualquier enfermedad de forma temprana y atacarla eficazmente.
En mascotafiel.com te daremos toda la información acerca de estos hermosos animales, todo acerca de su alimentación, costumbres y cuidados, así que si eres un amante de los gatos no puedes perderte nuestros post, que están hechos con todo el amor para estos maravillosos mininos.
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Leishmaniosis En Gatos, Todo Acerca Del Alcance De Esta Enfermedad.
Esta es considerada una enfermedad muy común en los perros, por el contrario en los gatos era considerada una patología extraña y poco común, sin embargo, en la actualidad podemos ver un aumento en la incidencia de esta enfermedad en los gatos, en los lugares costeros el incremento de esta condición médica es alarmante, y los gatos que mas la padecen son lo que han recaído en otras patologías que han afectado a su sistema inmune.
Síntomas de la leishmaniosis en gatos.
Esta es una enfermedad, que posee un largo periodo de incubación, es decir tarda mucho en manifestar los síntomas, una vez que estos se desarrollan tienden a ser bastantes inespecíficos, por lo que el gato puede presentar tres formas de esta dolencia. Iniciemos.
Forma cutánea: en esta se observan nódulos indoloros subcutáneos, sobre todo en el área de la cabeza y cuello. También se puede notar la presencia del aumento en el tamaño de los ganglios linfáticos, los que pueden posteriormente abrirse y ulcerarse, sin embargo pueden aparecer otros síntomas de forma cutánea.
Forma ocular: se observa un cuadro de conjuntivitis, inflamación de los parpados, uveítis, alopecia periorbiculares, lo que se conoce como la caída del pelo alrededor de los ojos.
Forma sistémica generalizada.
Es la menos frecuente en esto animales, no obstante, en tal caso que sucedan se debe observar la presencia del principal síntoma que es una infartación o dicho de otro modo aumento de los ganglios linfáticos, también podemos observar anorexia, pérdida progresiva de peso y apatía.
Diagnóstico de la leishmaniosis en gatos.
Se diagnostica mediante pruebas específicas, como los análisis de sangre, con esta se busca cuantificar los anticuerpos generados por el gato ante la presencia de protozoo, en estos casos no es posible la realización de diagnostico mediante la sintomatología, ya que los síntomas presentes son muy inespecíficos.
Tratamiento de la leishmaniosis en gatos.
Esta enfermedad tanto en gatos como en humanos puede ser tratada de dos formas al momento de realizar el tratamiento, en primer lugar, es preventivo, y por otro lado un tratamiento curativo una vez se haya diagnosticado la dolencia de forma efectiva.
Tratamiento preventivo.
Esta consiste en evitar el contacto con el mosquito, para ello se debe hacer uso de las barreras físicas, como por ejemplo el uso de mosquiteros en las ventanas, o bien insecticidas o repelentes, lamentablemente en nuestro gato la utilización de repelente es muy limitada, debido a que la gran mayoría son tóxicos, por lo que para poder hacer uso de ellos se debe consultar al médico veterinario.
Tratamiento curativo.
En los casos de los tratamientos curativos, el médico recetara fármacos para poder tratar la enfermedad, esto con la finalidad de proporcionarle a nuestra mascota una mejor calidad de vida y evitarle próximos brotes de la enfermedad, es posible que el veterinario recete fármacos como el alopurinol y n-metil-meglumine, como siempre no automediques a tu mascota ya que podrías ocasionar serios daños a su organismo.
Medidas de prevención.
Mientras que en los perro existe una vacuna para esta enfermedad, en los gatos lamentablemente no, ya que las incidencias en ese tipo de animales son menores, no se han investigado como es debido, por lo que lo mejor en este tipo de casos es la prevención, por lo que puedes hacer uso de collares, pipetas, aerosoles y por supuesto la mejor de todas, la visita al médico de forma regular, esto con el propósito de revisar o monitorear su estado de salud.
Recomendaciones.
Quizás muchos no lo consideren importante, pero el simple hecho de llevar a nuestro gato o perro, al veterinario al menos dos veces al año, no solo nos ahorra una cantidad considerable en tratamientos médico, sino que nos ayuda a mantener a nuestro compañero en un buen estado de salud y en optimas condiciones, aunque a tu mascota no le agrade mucho la idea de visitar al médico, te aseguro que este simple hecho le estará haciendo el mejor de los bienes.
Recuerda que las mascotas son parte de nuestra familia, debemos cuidarlos y amarlos, respetarlos y sobre todo tenerlos bajo mucha responsabilidad, ya que dependen de nosotros para muchas cosas, la tenencia responsable es sumamente importante. ¡Adopta no compres!
Espero que haya sido de tu agrado este artículo, te invito a dejar tu comentario y/o sugerencia abajo y con mucho gusto la tomaremos en cuenta, nos vemos ¡Hasta un próximo post!
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