Las heridas causadas por mordeduras de perros son bastante frecuentes, incluyendo también la de otros animales que producen arañazos o picaduras. Aunque la gran mayoría de las veces son causadas por perros, y de otros animales como los gatos, los murciélagos y los roedores pueden provocar lesiones por mordeduras.
El gran problema de este tipo de lesiones no es tanto la herida que provocan, sino la grave infección que pueden desencadenar. La boca de los animales está repleta de bacterias que en el medio bucal resultan inofensivas, pero cuando se transmiten por la saliva a una herida abierta el resultado es una infección que, de no tratarse con rapidez, se podría extender y acarrear ciertas complicaciones.
Entre estos animales, los gatos parecen ser los que más bacterias contienen en la saliva, pero, por su tipo de dientes, no provocan tantos daños en los tejidos como lo hacen las mordeduras de los perros. Además, se debe tener en cuenta también las mordeduras de personas, pues la boca de los humanos contiene también una gran diversidad de bacterias y puede resultar incluso más dañina que la de un animal. Entre estos agentes dañinos, juega un papel importante la rabia, un virus presente en la saliva de algunos mamíferos infectados que, si no es tratada en seguida, puede causar graves daños e incluso la muerte de la víctima. Por ello, una primera reacción rápida y eficaz es vital a la hora de evitar que una lesión adquiera un carácter más grave.
Los signos de que una mordedura se ha infectado incluyen un color rojizo, dolor y supuración.
La edad más habitual de este tipo de accidentes está comprendida entre los seis y ocho años, siendo los varones los más afectados. Los niños son comúnmente más atacados, siendo las áreas corporales más afectas como lo son la cara y el cuello. La gran mayoría de las veces las lesiones son causadas por animales domésticos relacionados con la víctima (mascota propia o de alguien conocido). Aproximadamente el 65& ocurren en casa y sólo un 35% en lugares públicos.
La complicación más frecuente es la infección local de la herida, lo cual puede complicarse con sepsis, artritis séptica, osteomielitis, tenosinovitis, meningitis o endoftalmitis. La mortalidad por mordeduras de perro es muy baja. Otras complicaciones no infecciones, pero no menos importantes abarcan fracturas, lesiones funcionales, estrés psicológico y el desfiguramiento por las heridas en el rostro.
En consenso con la mayoría de los autores que abordan sobre este tema, podemos resumir algunas consideraciones respecto al perro:
• 8 de cada 10 perros conoce a la víctima por ser parte de la familia o pertenece a algún vecino.
• La mayoría supera el año de edad.
• El 50% de las mordeduras de los perros son provocadas por machos.
• 1 de cada 3 perros tiene antecedentes de haber mordido previamente.
• La mayoría de las víctimas no provocan el ataque a los perros, por ejemplo, de esto son los ataques a neonatos.
• Las lesiones más habituales son causadas por perros de gran porte, aunque se conocen casos sobre accidentes provocados por perros pequeños.
• El problema de agresividad se ha asociado con conductas de dominancia territorial, predisposición genética, socialización, supervisión, entrenamiento y maltrato.
• Es muy escaso el porcentaje de perros callejeros que provocan este tipo de accidente.
Se pueden clasificar las razas de perros según su agresividad:
a) Agresivos: Pitbull, Pastor Alemán, Cocker Spaniel, Chow-Chow, Doberman, Rottweiler, Husky Siberiano.
b) Menos agresivos o perros familiriares: Bóxer, Dálmata, Labrador, Golden Retriever.
Aunque existen ciertos autores que argumentan que no es razonable catalogar a determinadas razas como agresivas o no y aplicar sobre ellas una ley que las controle, cuando el verdadero problema no es exclusivo de la raza, sino la presencia de perros en manos de propietarios irresponsables.
Entre los objetivos más importantes de una intervención médica adecuada e inmediata es evitar que ocurran las complicaciones. Los casos más graves de mordeduras son cuando la víctima sufre lesiones permanentes, por ejemplo, cuando la mordedura rompe un nervio o daña el tejido subyacente. En muchos de estos casos, los pacientes deben someterse a una cirugía para poder reparar la zona afectada y, probablemente, deban realizar terapia física. Una fractura también puede requerir cirugía, según el nivel de gravedad. Sin embargo, generalmente, una fractura se trata inmovilizando el hueso roto, como mínimo, durante seis semanas.
No puede dejar de tratarse ninguna mordedura de perro, por más leve que parezca. Es muy importante limpiar la zona de la herida con alcohol de frotar o agua oxigenada para así prevenir una posible infección. Un médico debe determinar si es necesario otro tratamiento o si el paciente necesita aplicarse la vacuna contra la rabia, una enfermedad mortal, si no es tratada. Por lo general, los síntomas de la rabia en las personas aparecen entre los 30 y 50 días y abarcan también letargo, pérdida del apetito, dolor de cabeza y fiebre. Inmediatamente pueden manifestarse signos de lesión en el sistema nervioso, como hipersensibilidad, convulsiones y parálisis.
Una persona lesionada a causa de una mordedura o de un ataque de perro debe buscar atención médica. No hacerlo puede inducir a una infección y empeorar la lesión. Es importante también tomar en cuenta que puedes identificar al perro responsable del ataque, por razones tanto médicas como legales, saber si el animal es doméstico, desconocido, cuál es su estado de vacunación del animal, si el ataque fue provocado, seguimiento del animal por unos 10 días, estado clínico del animal en el momento del ataque, si el perro se torna enfermo, etcétera.
Hay que sospechar que un perro está rabioso cuando presenta excitación alternada con depresión, inquietud, hidrofobia, tendencia a aislarse, dificultad para tragar, parálisis, convulsión y alteración en el ladrido.
¿Cuáles son los aspectos que debemos tomar en consideración sobre la mordedura de perros?
1. ¿Qué pasa si no se trata la mordedura de un perro? ¿Se infecta?
Y la respuesta es sí. Los perros muerden aproximadamente a 2 millones de personas por año. Al rededor del 1% de las mordeduras son lo suficientemente graves como para que las personas sean hospitalizadas. Como ya lo hemos mencionado antes, las víctimas casi siempre son más chicos que adultos y más varones que mujeres sufren de infección. Hay muchas causas que contribuyen a una infección. De todas las mordeduras de perros, entre el 15% y el 20% se infectan y representan más del 80% de los incidentes documentados sobre mordeduras de animales.
2. Observar si se inflama y síntomas
La inflamación en la zona de la mordedura es el signo más común de que está infectado. El color rojizo y la inflamación se producen por lo general en las primeras 8 horas, aunque también se pueden desarrollar en las 24 horas posteriores. Otro de los signos es el aumento de la temperatura en la zona de la herida, así como el pus o una supuración blanca. Las glándulas linfáticas que se agrandan o están sensibles, pueden ser otro de los signos. Además, también se producen franjas rojizas en los brazos o las piernas que nacen debido a la mordedura y son un indicador de infección.
3. Las infecciones serias pueden causar la muerte
Los signos más severos de una infección por la mordedura de un perro son la meningitis, un absceso en el cerebro o una infección en el corazón. Una mordedura de este tipo puede provocar la muerte, inflamación de la médula o bien una artritis gangrenosa. Nunca la dejes desatendida. Cualquier mordida que haya roto la piel y cause un poco de sangrado debe ser lavada muy bien y observada detenidamente por si muestra signos de infección. Si ocurre una inflamación o supuración, es recomendable que busques ayuda médica de inmediato.
4. Los primeros signos de rabia
Una infección severa producto de la mordedura de un perro puede causar alucinaciones, especialmente si el perro tiene rabia. Los signos tempranos de la rabia pueden ser semejantes a los de un resfrío, incluyendo dolor de cabeza y fiebre alta. Los espasmos musculares y la aversión al agua que le siguen a la mordedura pueden ser una indicación de rabia. Leer más sobre los síntomas de la rabia en perros.
5. El tétano y la septicemia
Las infecciones serias y mortales, como el tétanos, se transmiten a través de las mordeduras de los perros. Los síntomas del tétanos son inflamación y dolor en el lugar de la herida, dolor de cabeza y severos espasmos musculares. La mejor protección es aplicarse la vacuna antitetánica cada cinco años. Si hace más de cinco años que el paciente se la ha puesto, un profesional médico, como parte del tratamiento de la mordedura, se la aplicará nuevamente. La septicemia, también conocida como veneno en la sangre, puede resultar de una mordedura. Los signos abarcan escalofríos, fiebre y agotamiento o colapso. Debe ser tratada por un profesional calificado, quién recetará un curso de antibióticos.
6. Las mordeduras de perros y el derecho
En muchos casos de mordedura de perros, la víctima tiene el derecho legal de demandar al dueño del perro por daños. Según el caso y la gravedad de la lesión, la víctima puede obtener indemnización de daños por dolor y sufrimiento, gastos médicos y salarios perdidos.
Las leyes para las mordeduras de los perros varían según el estado. Un abogado especializado en leyes de mordeduras de perro puede determinar si es posible responsabilizar de cierta manera a alguna persona por la lesión. En diversos casos, las leyes de mordeduras de perro de un estado imponen lo que es llamado «responsabilidad objetiva» al propietario del perro que atacó a la persona. Esto significa que el dueño es responsable de cualquier lesión causada por su erro, independientemente de que el dueño haya sido culpable o no.
En otros estados «se perdona» al perro la primera vez que muerde, es decir, que cuando un perro muerde a una persona por primera vez, se le notifica al propietario que su perro es propenso a morder y que, por lo tanto, probablemente se le considera responsable si el perro vuelve a morder a alguien.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, es de gran importancia no sólo que el dueño esté al tanto del hecho, sino también saber el lugar donde ocurrieron los hechos y si el perro fue provocado. Basándose en estos factores un abogado especializado en casos de mordeduras de animales puede decidir si es posible entablar una demanda.
7. Leyes que protegen a los dueños de perros
El propietario de un perro que haya mordido a una persona puede protegerse de las demandas en su contra. Las situaciones que pueden impedir que una víctima obtenga indemnización de daños de parte del dueño del perro incluyen las siguientes:
• El dueño puede probar que la víctima provocó al perro, lo cual ocasionó la mordedura.
• El dueño puede probar que la víctima se encontraba ilegalmente en la propiedad del dueño.
• El dueño puede probar que tomó las medidas adecuadas para advertir a otros acerca de la
conducta peligrosa del perro y tal advertencia fue ignorada por la víctima. Por ejemplo, una persona que ignora el cartel «cuidado con el perro».
Recomendaciones:
• Deben ser educados tanto los propietarios de perros como el perro.
• Todos los niños atacados por perro deben ser valorados por el servicio de psicopediatría.
• Todos los perros, independientemente del tamaño, deben ser paseados con cadena.
• Si un perro gruñe o actúa de manera agresiva hacia usted o sus hijos, no griten ni traten de correr, esto puede causar en los perros el instinto de caza.
• Es necesario que aquellas razas de perros que se consideren peligrosas tengan sus bozales puestos, aunque es controversial, debido a que diversos autores refieren que estas acciones aumenta su agresividad.
• La mejor protección contra la rabia consiste en que los propietarios vacunen a sus mascotas domésticas contra la rabia, a la vez que cualquier perro o gato callejero sean vacunados por las autoridades municipales.
• Incrementar campañas de vacunación.
• Nunca dejes a los niños a solas con los perros, ya que el riesgo de ser mordido siempre está presente.
• No es recomendable que acaricies perros extraños, ni tampoco separar a perros que se pelean.
• Los perros con historias previas de agresión no son considerados adecuados para familias que tengan niños.
• No molestes a los perros cuando están comiendo, durmiendo o cuidando a sus cachorros.
• No se acerque a cualquier perro que se sienta amenazado, porque es capaz de morder
• Si deseas adquirir un perro para tu hogar puedes hacerlo entre las 3 y 12 semanas de vida del cachorro, este es el momento en el que hay mayor sensibilidad a la socialización y a las primeras conductas de relación y exploración.
Llame a su médico en cualquiera de estas situaciones:
• Si tiene una mordedura de perro en su mano, pie o cabeza o tiene una mordedura que es profunda o que se está abriendo.
• Si usted padece de diabetes, enfermedad del hígado o del pulmón, cáncer, síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) u otra condición que podría debilitar su capacidad para luchar contra la infección.
• Si tiene cualquier seña de infección tales como enrojecimiento, hinchazón, calentura, sensibilidad al tacto aumentada, le sale pus de la herida o tiene fiebre.
• Si tiene sangrado que no para después de 15 minutos de aplicar presión, o piensa que puede tener un hueso roto, daño en los nervios u otra lesión grave.
• Si su última vacuna contra el tétano se la puso hace más de cinco años. Si es así, usted puede que necesite una vacuna de refuerzo.
• Si usted fue mordido por un animal salvaje o un animal doméstico (por ejemplo una mascota) que no se sabe si había sido vacunado.
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