Todo criador y seguidores de los perros saben que los collares son los accesorios más importantes para nuestras mascotas de cualquier raza. Los collares para perros están disponibles en una amplia gama de tamaños y diseños, pero elegir el mejor collar para tu perro puede ser un problema. Es importante siempre tomar algunas consideraciones antes de decidirnos por el collar que más le conviene a nuestro perro, ya que hay ciertos factores que debe ser tomados en cuenta como el tamaño del perro, el temperamento y el modo de entrenamiento, debido a que hoy en día existen en el mercado una gran cantidad de tipos de collares.
Desde el momento que estamos esperando a que nuestro cachorro llegue a casa, hasta el momento de ponerle su primer collar, tenemos dudas sobre cuál es el más ideal para él, cuál va a quedarle mejor, y sobre todo de que tipo debe ser.
Es muy posible que cuando llegue el momento compremos aquel que nos pareció más bonito o el de mejor precio. Pero no sólo hay que fijarse en eso, sino que debemos tener muy en cuenta diversos factores a la hora de elegir el collar perfecto para nuestro can, debido a que el tipo de raza y de su manera de comportarse irá marcando el perfil del collar que mejor nos ayudará a controlarlo.
No hay que olvidar que en ningún momento el collar va a sustituir a una rutina de aprendizaje constante y dedicado, para hacer que el perro aprenda a caminar a nuestro lado y no dando tirones, o lanzándose sobre las esquinas a husmear todo lo que en ellas dejan otros perros.
El tamaño y el modelo del collar depende mucho de la raza que sea y el destino o ambiente donde se moverá el erro.
Los collares están hechos en su mayoría de tres tipos de materiales: metálicos (recomendados para entrenamientos), nylon y cuero (estos dos últimos son los indicados para perros de caza o compañía).
Para los cachorros es recomendable que dependiendo de la raza y destinos del perro lleve collares de cuero, al menos los cinco primeros meses de vida. También hay que evitar los cambios sucesivos de materiales en el cuello, puesto que la musculatura del perro se acostumbrará a la fuerza de su collar y puede causar que se vuelvan poco obedientes.
Es un apartado aparte hay que mencionar los collares de púas y de castigo, estos cuando se utilicen hay que comprobar que las puntas estén redondeadas y bien terminadas ya que no queremos dañar a nuestro amigo perruno.
Nuestro perro por norma general, y siguiendo las ordenanzas municipales que están establecidas por los diferentes ayuntamientos, debe ir siempre atado con su collar y correa. Por lo tanto, como la mayor parte del tiempo el perro va a llevar un collar este debe ser adecuado para el tipo de raza y comportamiento del perro como ya lo mencionamos antes.
¿Cómo elegir el collar perfecto para nuestro perro?
En el mercado nos vamos a encontrar con muchos y variados tipos de collares, pero debemos hacernos estas preguntas antes de comenzar a elegir el collar de nuestra mascota.
¿Qué tipo de perro tengo? El tamaño importa, y mucho. No es lo mismo un perro grande, mediano o pequeño, debido a que los materiales que conforman el collar deberán ser más o menos robustos. Para un chihuahua será suficiente con un collar sencillo, pero no con un mastín o un bulldog.
¿Cómo se comporta mi perro? Si el tamaño es importante, más lo es la energía. Un perro tranquilo y obediente, que sabe ir al lado de su amo en los paseos, puede llevar un collar estándar, ya que el trabajo de adiestramiento ya está hecho Pero si tu perro es joven, tiene mucha fuerza, energía y curiosidad, seguramente te haya paseado él a ti más de una vez. Para este tipo de perros, es necesario escoger un collar con el que se le pueda controlar más.
¿Por dónde voy a salir a pasear y a jugar con mi perro? Las actividades que vayas a realizar con tu mascota pueden ayudar con la elección ideal del collar. No es lo mismo un collar para estar siempre en la ciudad, y como mucho ir al parque a socializar con otros perros, que un collar para practicar actividades al aire libre como ir de excursión o nadar. Según nuestras necesidades y rutinas debemos elegir unas características u otras, y sobre todo unos materiales más o menos resistentes y además de ello, duradero.
Si ya te has planteado estas preguntas y puedes catalogar como es en realidad tu perro, es el momento de elegir el collar.
Es importante tener en cuenta que el collar nunca debe oprimir demasiado el cuello del perro. Es recomendable que entre el collar y el cuello del perro podamos poner dos dedos. Asimismo, conviene que no vaya demasiado holgado o sino el perro aprenderá rápido como sacárselo cuando le convenga.
Los tipos de collares para perros:
Collar normal o de hebilla
Es el tipo de collar más utilizado, son sobre todo para perros que no tienen problemas de comportamiento o son de razas pequeñas. Este es el collar que puedes encontrar en cualquier tienda de artículos para mascotas y de varios materiales, tamaños y colores. Simplemente tienes que ajustarlo en el cuello de tu perro, como si fuera un cinturón. Los de hebilla son los más clásicos y normalmente es el sistema de cierre que utilizan los collares de cuero. En cambio el cierre por click (como el cierre de una mochila) es más moderno y se utiliza para collares de nylon principalmente.
Los collares normales vienen en diferentes tipos. Por lo general son aplanados, como un cinturón pequeño, pero también existen los enrollados. Éstos últimos son mejores para los perros de pelo largo, ya que dañan menos el pelo del cuello.
En cuanto a materiales, los más habituales son:
• El cuero: lo cual es muy resistente y duradero. Al principio es un poco rígido pero a la larga se adapta muy bien. Es ideal para perros que están en el campo y tienen una actividad alta.
• Nylon: es el material más utilizado hoy en día, por su versatilidad y características. Es además bastante resistente, flexible y suave para el perro, y se puede mojar. Hay infinidades de colores y formas, y permite comprar a conjunto la correa. El único «pero» que se le pondría es que si se engancha, puede deshilarse con gran facilidad
• Materiales alternativos: El bambú es una excelente opción por su calidad y resistencia. Es muy suave, además de ser ideal para perros con alergias. Además, es antibacteriano, no huele tanto, es de fácil secado y totalmente biodegradable. Se considera que es más resistente que el nylon y se puede mojar igualmente. Igual no hay tanta variedad de colores, pero por lo demás, puede competir perfectamente con los otros materiales.
Para usar correctamente el collar normal, no lo tienes que ajustar demasiado. Eso podría perjudicar la respiración de tu perro. Lo correcto es que fácilmente puedas pasar dos dedos entre el collar y el cuello de tu perro.
Por otra parte, si dejas muy flojo el collar, podría deslizarse por encima de la cabeza de tu perro. Si ocurre esto, ten por seguro que tu perro aprenderá rápidamente a quitarse el collar cuando le convenga.
Este tipo de collar no ahorca ni pincha a tu perro, por eso es el primero que tienes que probar para el adiestramiento.
Collares de semi-ahorque y martingale
Son collares que se cierran un poco cuando tu perro jala la correa. Sin embargo, usados correctamente, no deberían alcanzar un diámetro menor al del cuello de tu perro. De esta manera, aunque generan un estímulo negativo, no cierran la garganta de tu perro y no causan daños a su tráquea.
Los collares «martingale» son regulables, del tal modo que eres tú quien decide qué tan justos pueden estar. Para poder ajustarlos correctamente, fíjate que al cerrar no puedas ahorcar a tu perro. Es decir, que el collar cierre solamente hasta el diámetro del cuello de tu perro.
Ese tipo de collares, y sobre todo los «martingale», están ganando popularidades ya que son menos dañinos con la tráquea de los perros. Son muy utilizados con perros de trineo y para practicar agility. Además son muy usados en diversos países europeos, para adiestramiento en general.
Si ajustas el diámetro del collar para que sea menor al del cuello de tu perro, el collar funcionará como un collar de ahorque tradicional. En cambio, si ajustas el diámetro del collar para que sea igual o ligeramente mayor al del cuello de tu perro, el collar funcionará como un collar normal de hebilla.
Nota importante: Nunca dejes a tu perro con un collar de este tipo, si es que no lo estás supervisando.
Collar de ahorque
Estos collares por lo general están hechos de una cadena con una argolla metálica en cada uno de sus extremos. Al pasar la cadena a través de una de las argollas, se forma un lazo. Luego, se pasa el collar sobre la cabeza del perro y ya está listo para usar.
Como lo que se forma es un lazo, el collar se va a cerrar cada vez que jales de la correa. Esto causa que cierres la tráquea de tu perro por instante, cortando el flujo de aire. De ahí el nombre de collar de ahorque o ahogador.
Aunque el collar de ahorque sigue siendo muy utilizado, no es para nada recomendable. Estudios de veterinaria forense han encontrado pruebas que los perros adiestrados con collares de ahorque tienen una tasa muy elevada de daño traqueal.
Si por algún motivo decides usar un collar de ahorque para educar a tu mascota, tienes que saber cómo colocarlo. Si quieres que tu perro camine a tu izquierda (lo normal al entrenar un perro), la argolla que va unida a la correa tiene que ir hacia abajo y a la derecha de tu perro. Si quieres que tu perro camine a tu derecha, simplemente colócalo de la manera opuesta.
Nota importante: Nunca dejes a tu perro con un collar de ahorque si no lo estás supervisando. Podría asfixiarse si el collar se engancha en algún lugar.
Collar de cabeza o Halti
Más que un collar es un dispositivo parecido a una brida de caballo. Mucha gente lo llega a confundir con un bozal.
El halti sirve para controlar la cabeza del perro. ¿Cuál es la lógica de esto? A donde se dirige la cabeza se dirige el cuerpo.
El halti puede ayudar durante el adiestramiento, pero no es realmente un collar de adiestramiento. Su uso más habitual es para que un perro que no esté entrenado deje de jalar la correa, pero no porque se le ha enseñado, sino porque no puede hacerlo con el halti puesto.
Aunque este dispositivo es aparentemente amigable con los perros, no todos los perros se habitúan a usarlo.
Algunos adiestradores, sobre todo los que usan collares de ahorque y de púas, dicen que el collar de cabeza puede ser peligroso ya que puede dañar la espina dorsal del perro si es que es mal utilizado. No está demás prevenir, así que consulta con tu veterinario antes de decidirte por usar un halti en tu perro.
Nota importante: Nunca dejes a tu perro con un halti puesto si no lo estás supervisando. Ponle el halti a tu perro solamente cuando lo necesites para que no jale la correa.
Collar eléctrico
El collar eléctrico también conocido como ecollar, collar de adiestramiento a distancia o collar electrónico, es un tipo de collar usado para el adiestramiento canino lo cual envía impulsos de distinta intensidad y duración al cuello del perro (también se puede aplicar en otras partes del cuerpo) por medio de dos electrodos metálicos en contacto con la piel del animal.
Existe toda una familia de collares con distintas características. Algunos modelos poseen también un tono o una vibración, de forma alternativa o en combinación con la descarga eléctrica. Otras características incluyen la localización del sonido (beeper y adiestramiento) o un GPS para localizar al perro.
Si bien es cierto que este collar puede ser de gran utilidad en determinados casos, no obstante, un collar eléctrico para perros en manos no expertas pueden causar grandes lesiones y problemas en los perros. Hay que tener clara una cosa, no todos los problemas de los perros se pueden solucionar con un mismo procedimiento o con una misma herramienta. Para cada problema hay una solución y por eso mismo, un collar eléctrico no es la solución a todos los malos comportamientos que pueda tener nuestro perro.
Otros collares
Existen otros sistema de collar que considero que son para casos muy concretos o directamente desaconsejables. Me refiero a los collares de púas, que me parecen armas de tortura y una aberración para el animal.
La utilización de un tipo de collar u otro depende de los gustos y preferencias del propietario, pero es recomendable y muy importante ir probando hasta encontrar el que mejor resultado nos dé.
Igualmente quiero recordar que es más importante educar que luchar con nuestro perro. Un collar nunca podrá sustituir a unas buenas técnicas de adiestramiento.
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