Con el exceso de población canina en los refugios y el elevado número de eutanasia – 4,5 millones de mascotas al año, según la Sociedad Humana – adoptar un perro es una de las mejores cosas que puedes hacer para ayudar a solventar este problema.
Pero, antes de que decidas adoptar un perro, hay algunos pasos importantes que debes tomar y preguntas que debes hacerte para asegurarse de que estás listo. Desde saber elegir al perro correcto a estar armados con la información que necesitas para desarrollar una relación armoniosa con tu nuevo perro, estos consejos te ayudarán a prepararte para serel líder de la manada desde el primer día.
Adoptar un perro, qué hay que tener en cuenta
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Ten en consideración la opinión de tu familia y los niños acerca de la adopción de un perro. Los niños regresaron recientemente a la escuela. ¿Tiene una rutina? ¿Tienes tu vida estructurada? El medio ambiente al que traes un perro en es muy importante. ¿Quién va a darle el paseo, darle de comer, llevarlo al veterinario…?.
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¿Estás realmente listo para tener un perro? Abre tu mente y determina tu estado de ánimo. ¿Por qué quieres adoptar un perro? Tu propio comportamiento será un reflejo directo en el comportamiento del perro, así que busca pistas en tu vida que te indiquen donde está tu cabeza. Por ejemplo, echa un vistazo a tu armario. ¿Está limpio y organizado? Tus acciones cuentan una historia. No importa a cuántas personas hayas consultado con los años, el estado del armario siempre ha sido una verdadera prueba de tu capacidad para proporcionarle a un perro una vida estructurada que tenga reglas, límites y limitaciones.
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Averigua qué tan bien puedes encajar a un perro en tu vida. ¿Cómo es tu vida laboral? ¿Cómo de puntual eres? Si no puedes ser honesto contigo mismo, pregunta a sus amigos y pídeles que sean honestos. Si no eres confiable o un buen administrador del tiempo o si presentas excusas por llegar tarde, es posible que seas una de esas personas que ponen excusas de por qué no se fueron con su perro a caminar ese día. Puede parecer un pequeño detalle sin importancia, pero cuando se trata de cumplir con tu nuevo perro y mantenerlo equilibrado, estos descuidos importan.
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Comprueba si vives en un barrio agradable para tu perro y si tus vecinos están familiarizados con ellos. ¿Cómo son los perros que viven cerca de usted? ¿Hay un parque o rutas de senderismo cercanas? ¿Dónde está el veterinario más cercano y de emergencia de 24 horas? ¿Tienes relaciones con tus vecinos? Cómo de socializados estén los perros de tus vecinos es una indicación de cómo podrá estar el tuyo, por supuesto esto depende de ti como el líder de la manada, y si tu barrio no proporciona oportunidades de socialización, tendrás que encontrar otras maneras adecuadas de socializar a tu perro nuevo.
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Elige un perro con un nivel de energía igual o más bajo que el tuyo propio. Nunca adoptes un perro con una energía más alta. Ten en cuenta tu edad y estado económico.
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No generalices sobre la base de la raza de un perro, pero ten en cuenta las características de esa raza. Sólo porque te gustaron los pastores alemanes de niño no significa que ahora mismo seas apto para tener uno y darle los cuidados y ejercicio que necesita.
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No tomes una decisión emocional al momento de elegir un perro. Cuando decides es el momento adecuado de dejar tus emociones en la puerta. El entrar en un refugio es devastador y triste. Pero si dejas que tus emociones débiles controlen el cerebro y sientas pena por el perro, puedes terminar adoptando un perro que no sea el adecuado para ti, tu familia o tu entorno.
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Sepa lo que significa ser líder de la manada de tu perro. Desde el primer día, establece una relación y un vínculo con tu nuevo perro. El conocimiento es poder, así que haz tu tarea.
Conclusión
Adoptar un perro es un proceso que debe de ser mucho más cuidadoso de lo que pensamos, ya que no es algo que debemos tomar a la ligera ya que si lo piensas será un animal con el que conviviremos la mayor parte del día durante una buena cantidad de años, así que tomar una mala decisión únicamente nos llevará a sufrir sin ningún sentido.
