La diabetes en perros, al igual que en los humanos, es un trastorno en el que el páncreas se encuentra incapaz de producir la cantidad de insulina demandada por el organismo del animal. Dicha sustancia se encarga de transmitir la glucosa a las células para que sean aprovechadas y convertidas en energía.
Pero sin insulina, las células no pueden metabolizar los nutrientes de la sangre adquiridos mediante el alimento, por lo que les resulta imposible obtener energía para cumplir sus funciones y desarrollarse. Gracias a la diabetes, los perros desarrollan cataratas, bajan de peso, sufren infecciones en la vejiga y enfermedades renales.
Sin embargo, no todo son malas noticias, pues a pesar de que no hay cura para la diabetes, si es posible que el paciente disfrute de una vida normal al aplicársele un tratamiento, el cual, mientras más oportuno sea, más efectivo será.
En el siguiente artículo te mostrare algunas formas de detectar la diabetes canina mediante el comportamiento de tu mascota. Además, te indicare cuales son las razas que se encuentran potencialmente susceptibles a padecer esta patología debido a su herencia genética, con el fin de que permanezcas atento ante cualquier signo de alerta. Espero sea de tu interés y te animes a beneficiarte de la información que a continuación te concederé.
Tabla de contenido
Principales síntomas de la diabetes en perros
Las dolencias producidas por esta enfermedad son bastante claras y fácilmente identificables, las más comunes son:
- Micción excesiva: como te dije hace unos momentos, algunas enfermedades renales suelen ser inducidas por un cuadro diabético. Entre ellas se encuentra la glucosuria, un trastorno en el que la glucosa no metabolizada es inevitablemente expulsada por la orina. Como resultado, el organismo se ve en la necesidad de sobre estimular dichos esfínteres para compensar la salida de esta gran cantidad de nutrientes.
- Aumento de la sed: con la micción excesiva viene indudablemente el aumento de la sed. El perro beberá más agua de lo habitual, así no se encuentre físicamente retado.
- Aumento excesivo del apetito: esta es una de las manifestaciones más inespecíficas, sobre todo si tu mascota acostumbra a comer mucho y a robar premios o alimento humano de la despensa. Sin embargo, los perros diabéticos, al principio de la enfermedad, suelen buscar el alimento no por gula sino más bien por necesidad y con desesperación.
- Pérdida inexplicable de peso: aunque parezca ilógico, luego de comer grandes cantidades de alimento, el perro diabético perderá peso progresivamente conforme va avanzando la enfermedad, lo que también afectara su apetito, el cual también disminuirá producto de la malnutrición. Pero ¿a qué se debe esto? Como bien sabes, este trastorno hace que el animal no produzca la suficiente insulina para abastecer a todas las células de su cuerpo, como consecuencia de esta falta de nutrientes, el organismo comienza a metabolizar grasas y proteínas de los músculos para convertirlas en glucosa, lo que resulta inútil pues las células no pueden usarla sin insulina. Por eso, aunque el can coma el doble o el triple de lo normal, la pérdida de peso injustificada será inevitable.
- Cataratas: este suele ser un trastorno ocular propio de perros seniles (+8), no obstante, los que padecen diabetes pueden desarrollarlo de forma prematura.
En los casos más avanzados de la enfermedad suelen manifestarse los siguientes síntomas:
- Letargo
- Apatía
- Vómitos
- Deshidratación
- Debilidad
- Agrandamiento del hígado
- Problemas neurológicos
- Coma
Pasos para detectar la diabetes en perros
Los pasos para detectar la diabetes canina son muy sencillos. El primero y más importante lo acabas de dar. Este consistía en darte cuenta de que algo en el organismo de tu mascota probablemente no anda bien. Por lo tanto, el que estés leyendo este artículo me demuestra que te sientes afligido por su situación y ansias ocuparte de que recobre su buen estado de salud. Así que no te preocupes ¡Lo demás será pan comido!
Primero: Determina si tu perrito es más susceptible a padecer diabetes
¿Cómo hacerlo?…
- Reconoce que los canes con sobrepeso son más propensos a desarrollar este trastorno: al igual que sus queridos dueños los humanos, los perros pesados no son siempre los más saludables. La mejor forma de saber si dicho factor podría llegar a ser un problema para tu mascota es examinando su caja torácica. Pasa tu mano a lo largo de esta zona. Si tu perro es de talla promedio, debes ser capaz de sentir sus costillas con facilidad. Si no es el caso, lo más probable es que tu compañero sea obeso. Sin embargo, algunos canes tienen pelajes muy largos y densos, lo que dificulta este examen. Otra opción sería sentir los huesos posteriores de la cadera. Si eres capaz de sentirlos al presionar ligeramente, tu perro no es obeso. Si tu mascota se encuentra un poco pesada, te recomiendo buscar la ayuda de un veterinario. Este te indicara que debes hacer para lograr que tu perro baje de peso de forma segura
- Presta mayor atención si tu perro ha pasado los siete años de edad: la diabetes en perros generalmente se desarrolla alrededor de los siete y nueve años de edad. A medida que van envejeciendo, los perros disminuyen el ejercicio, lo que produce un aumento de peso, y por ende, un aumento de los niveles de glucosa en sangre y un nivel de insulina nulo o insuficiente.
- Conoce que razas están genéticamente predispuestas a padecer diabetes: aunque cualquier perro puede desarrollarla, algunas razas se ven más afectadas por esta enfermedad. Este es el caso del Caniche Miniatura, el Dachshund (perro salchicha), el Beagle y el Cairn Terrier. Si tienes alguno de estos perros, debes asegurarte de que no se conviertan en animales obesos y sedentarios, ya que esto podría potenciar su predisposición.
Segundo: Detecta la diabetes de forma rápida y oportuna
¿Cómo hacerlo?…
- Observa si tiene sed constantemente: como te dije anteriormente, uno de los síntomas más identificables de esta enfermedad es el aumento de la sed. Debido a los altos niveles de glucosa, el perro se encontrara en riesgo de deshidratación, por lo que sentirá la necesidad de beber más y más agua, y por ende, orinara con mucha más frecuencia. Algunos dueños de perros diabéticos notaron que al principio sus mascotas orinaban dentro de la casa e incluso en su propia cama, a pesar de estar entrenados para no hacerlo.
- ¿Duerme más de lo usual?: a pesar de que el letargo puede apuntar a diversas enfermedades, acompañado de otros síntomas más puntuales puede indicar sin dudas un cuadro diabético. Un perro con diabetes se encuentra cansado debido a que las células no son capaces de absorber los nutrientes para convertirlos en energía. La somnolencia producto de dicha incapacidad es denominada “cansancio por diabetes”.
- Revisa su vista: los perros diabéticos llegan a desarrollar a largo plazo cataratas prematuras. Incluso, corren el riesgo de padecer ceguera repentina consecuencia de la retinopatía diabética, una patología ocular que ataca la retina en la parte posterior del ojo.
- Acude a un centro veterinario: la diabetes en perros si no es tratada de forma oportuna puede socavar la integridad física del animal que la padece, causándole muchas complicaciones que pueden incluso acabar con su vida. Por lo que te reitero acudir a un centro veterinario si notas en tu compañero alguno de los síntomas que antes te indique. Allí, el veterinario se encargara de realizarle diversas pruebas para dar con el diagnostico. Análisis de sangre, orina, conteo sanguíneo completo (CSC), perfil bioquímico del suero… en fin, existen muchas formas de determinar si un perro padece de diabetes o no, por lo que el profesional decidirá cuales son los pertinentes para el caso.
Entonces, ¿Un perro diabético puede seguir teniendo una vida normal?
¡Por supuesto que sí! Con un tratamiento adecuado a base de insulina (claro, siempre prescrito por un veterinario), puede seguir teniendo una vida completamente normal. Puedes complementarlo incluso con una alimentación balanceada y ejercicio.
Los perros diabéticos bien diagnosticados y tratados gozan del mismo bienestar que experimentan sus congéneres no diabéticos, además, a diferencia de lo que muchos piensan, llegan a vivir más de 10 años. Asegúrate de que chequeen su salud periódicamente y que verifiquen que la dosis de insulina es la adecuada en todo momento.